viernes, 22 de marzo de 2013

Proverbios sumerios


Samuel Noah Kramer (1897-1990), fue el autor de un libro clásico sobre la historia de los sumerios, y que llevaba por título La historia empieza en Sumer. 39 primeros testimonios de la historia escrita. Este señor era un profesor estadounidense que publicó en 1956 este libro y que posteriormente la revisó hasta la versión definitiva que apareció en 1981 con doce capítulos añadidos al original. En el año 2010 Alianza Editorial. Madrid, en su colección Libros Singulares decidió reeditar esta obra que presentaba la traducción de Jaime Elías Cornet y Jorge Braga Riera y con un prólogo firmado por Federico Lara Peinado. 

La historia empieza en Sumer, un clásico de la historiografía moderna. El subtítulo, 39 primeros testimonios de la historia escrita, alude a la relación directa entre la historia y la escritura, que surgió hace casi cinco milenios en Mesopotamia. Con aquella escritura cuneiforme los sumerios inauguraban la historia y reflejaban su sistema educativo, las instituciones políticas, su legislación y su vida diaria, sus manifestaciones literarias.
Así explicaba el autor el objeto de este libro en la Introducción: ¿Cuáles fueron, por ejemplo, las primeras ideas morales y los primeros conceptos religiosos que el hombre haya fijado por medio de la escritura? ¿Cuáles fueron sus primeros razonamientos políticos, sociales, incluso filosóficos? ¿Cómo se presentaron las primeras crónicas, los primeros mitos, las primeras epopeyas y los primeros himnos? ¿Cómo fueron formulados los primeros contratos jurídicos? ¿Quién fue el primer reformador social? ¿Cuándo tuvo lugar la primera reducción de impuestos? ¿Quién fue el primer legislador? ¿Cuándo tuvieron lugar las sesiones del primer parlamento bicameral y con qué objeto? ¿Cómo eran las primeras escuelas y sus maestros? ¿Qué se enseñaba, y a quién? 

Y es que Kramer dedicó gran parte de su vida a descifrar las tablillas cuneiformes, a reconstruir la vida cotidiana de los sumerios, su visión del mundo a través de la mitología, y sus valores a través de las leyes y las instituciones que regulaban la convivencia y reflejan la importancia de la civilización sumeria. Hace cinco mil años a los sumerios se les ocurrió empezar a escribir en arcilla. Desde entonces fueron perfeccionando el método de manera que a mediados del segundo milenio, en sus tablillas cuneiformes empezaron a tratar de la mitología y de épica, de lírica amorosa , de todo.

En este libro se hablará también y sobre todo de las descripciones de la vida diaria. De las primeras escuelas, los primeros libros de texto y el primer pelota; el primer gamberro y el primer conflicto generacional; el primer almanaque para uso de agricultores; el primer plagio y el primer juicio por asesinato; el primer campeón de carreras de fondo y la primera ética; la primera imagen del paraíso y del diluvio universal; las primeras fábulas de leones, zorros, lobos y asnos, la primera canción de cuna o la primera resurrección de una divinidad. 

En el fondo nos presenta el entramado de la que fue la primera civilización urbana. Un relato que se apoya siempre en testimonios escritos de asombrosa modernidad, como los siguientes proverbios del segundo milenio: 
1. Quien edifica como un señor, vive como un esclavo. 
 Quien edifica como un esclavo, vive como un señor. 
2. Quien tiene mucha riqueza es, sin duda, dichoso; 
Quien posee mucha cebada es, sin duda, dichoso. 
Pero el que nada posee, puede dormir. 
3. Un corazón alegre: la novia. 
Un corazón afligido: el novio. 
4. La ansiedad dura un día. 
El parentesco dura siempre. 

5. Tu puedes tener un amo; 
Tu puedes tener un rey; 
Pero a quien tienes que tener es al recaudador. 
6. El botijo en el desierto es la vida del hombre; El calzado es la niña de los ojos del hombre; la esposa es el porvenir del hombre; El hijo es la salvación del hombre; Pero la nuera es el infierno del hombre.

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